Golpeaba la puerta

Leoness

Golpeaba la puerta bajo

el ajado dintel, carcomida madera,

hacía una tarde de primavera

verdes reflejos de enredadera

 

El agua ligera correteaba

mimando la orilla del arroyuelo,

entre líquenes y hojarasca;

se retiraban los guijarros

 

Dejando paso al remolino

Irisaba el agua clara,

añiles reflejos plata y blancos.

Sobre la hierba dos cuerpos

 

Al olvido tendidos

jadeantes abrazados, solos,

ante la mansión de muros rotos,

desvencijados al abandono

 

De calima de amor, cubiertos,

sumidos en yermos lapsos;

Ventanales de cristales rotos,

el mundo alrededor, congelado

 

Hieráticos los cuerpos, radiantes,

sedados bajo azules espectros,

dos clandestinos amores, absorben

melancolía de destinos

 

Y ruedan bajo el ajado dintel,

así representan el lienzo:

la vieja morada licuándose,

de pueril y lozana adolescencia

 

¡Temeroso que despertaran, hui en sana envidia!

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Comentarios +

Comentarios1

  • jvnavarro

    Me he dejado llevar por el poema y me ha gustado
    Un saludo



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