Cómo una estrella que tirita y lanza su polvo cósmico sobre la tierra, expandes de tu pequeña existencia la pureza del nenúfar.
Embriagadora, crepusculares han sido los caminos en tu cuerpo.
Uno a uno retiro tus pétalos; tu luz, tu aroma se fusionan con mí lujuria.
Con mi boca voy recorriendo los jardines y las aguas.
Avivan y exaltan los gemidos cómo una melodía perdida entre la noche,
con el roce, los besos y la turgencia en tus pechos qué trémulan el fuego y el trigo.
- Autor: Hector Loaiza ( Offline)
- Publicado: 27 de abril de 2024 a las 20:10
- Categoría: Amor
- Lecturas: 3
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