En el silencio donde nace la esperanza,
y en la brisa que acaricia con ternura,
se siente la presencia de Dios, sin tardanza,
el que todo lo puede, esencia pura.
Él, que en el murmullo de las olas se refleja,
y en el vuelo majestuoso del cóndor,
nos muestra su poder, su amor que no rehúye,
Dios, el que todo lo puede, nuestro protector.
En cada amanecer, su misericordia nueva,
en cada puesta del sol, su promesa de paz,
Dios, el que todo lo puede, en Él se eleva,
nuestra fe, nuestro anhelo, en su bondad tenaz.
Forjador de milagros, escultor de almas,
en su palabra, la verdad se hace camino,
Dios, el que todo lo puede, en calma,
nos guía hacia el amor, destino divino.
Así, con cada plegaria, con cada lágrima que cae,
sentimos su fuerza, su inmenso poder,
Dios, el que todo lo puede, nunca nos desampara,
su luz eterna, en nuestro
ser, ha de permanecer.
- Autor: Ă“scar MartĂnez (SeudĂłnimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de abril de 2024 a las 17:11
- CategorĂa: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: Dante Cruz Velez, alicia perez hernandez
Comentarios2
AsĂ, con cada plegaria, con cada lágrima que cae,
sentimos su fuerza, su inmenso poder,
Dios, el que todo lo puede, nunca nos desampara,
su luz eterna, en nuestro
ser, ha de permanecer.
.....
Jehová es mi luz y mi salvación Jehová es la fortaleza de mi vida. Salmos 27. Bendiciones!!
Gracias por este poema con tanta espiritualidad.
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