Algo vi en tus ojos

Algo vi en tus ojos

Abro los ojos, te veo hermosa, brillante en el horizonte y yo aquí mirando el suelo pensando en ti, no se si hago bien o mal, creo que nunca lo sabré, pero sigo con los ojos abiertos y son las cinco de mañana mirando por la ventana, hay luces lejanas, tal vez una de ellas eres tu con un libro en la cama y a tus pies el calor de un ángel negro respirando tu piel.

¡pero basta! Tengo que dejar de decirte que me muero, que te amo con locura, tengo que cerrar los ojos y mirar las nubes que corren bajo la luna de mi corazón.

¡pero que hago! Si cierro los ojos siempre esta tu y te veo guapa divertida devorándome.

¡entonces que hago! No puedo abrir y cerrar los ojos, no puedo mirar al cielo, no puedo mirar el suelo, no puedo mirar el horizonte porque siempre te veo, solo me queda salir a la calle sin ojos, así no te veré. Ahora las lágrimas como acido me ciegan el pensamiento, me nublan el horizonte, oscurecen mi corazón y no tomo decisiones, mi sueño se vuelve lluvia amarga que reseca mi garganta y mis palabras se ciegan y mi vida es una mierda, acabaré en el vertedero como una basura cualquiera.

Me canso de todas las cosas que callo, he perdido la batalla contra el silencio, ya no soy palabra, ya no tengo oído, soy una radio sin emisiones, apagada, que busca un dial en la nada, en el horizonte vacío.

Estoy cansado.

Escribir por amor me genera melancolía, busco la forma de comunicarme lo que mi voz me niega, caminar con las palabras y hablar solo con los arboles de la vereda a los que les hago daño grabándoles en su piel corazones sin nombre, su savia me salpica todo el cuerpo como si de un matadero se tratara.

Escribir la palabra te deseo es vaciar los sueños en el blanco de la pared garabateado de corazones.

Escribir bajo la almohada deseando buenos sueños con los pensamientos puestos en el cuerpo de una flor.

No escribo para mi escribo a mi jardín, a mi flor.

Apareces cuando abro lo ojos, cuando los cierro, cuando oigo tu canción, cuando salgo a pasear, cuando canta el sol, cuando vuelvo y enciendo la luz, cuando la apago y subo la persiana, siempre apareces tu.

Cuando estoy frente al espejo y necesito contarte el curso de mi vida, decirte que te espero, que cuando oigo tu nombre el cielo se vuelve azul intenso y las aves trinan su mejores melodías. Dime si esto de quererte tiene color o es solo un nubarrón, podemos estar callados y rodar por la esplanada desnudos acariciando las margaritas, podemos tocarnos mirándonos a los ojos. Quiero besarte ahora, mañana, siempre por los siglos de siglos amor.

Escribo solo para ti, no he tenido tiempo de luchar con la catástrofe de no verte.

No busquemos un nido, volemos, porque eres viento y libre.

Que fiasco todo se embadurnaba, creí que podía ser querido, que podía encontrar un mano que me empujara al vacío, a ese vacío donde todo es empezar de cero, donde empezar a sentir en la piel el frio sudor de ser libre para una flor que me cubra con sus pétalos.

Pero todo es una entelequia, de que me ha servido tanto insomnio, tanto verso, tantas palabras escritas en la nube, tanto anhelo, tanta tristeza acumulada en el mármol frio del descabello, tantos epitafio por grabar, tanto sueño.

Para mi la vida no es vida, mi vida es sueño, un sueño lleno de sentimientos que quieren aflorar hacia fuera y huir con el viento, andar con el hato a cuestas, hasta encontrar el aliento perdido, encontrar el proyecto amoroso en el jardín de los deseos donde las ideas uncidas por el sueño se vuelvan ternura y emotividad y nos lancen como una saeta al eterno paraíso de la felicidad donde dos anhelos se unan en un volcán

Si alguien me pregunta que es el amor, yo les diría que el amor eres tú, tan sencilla como una margarita, su aroma, su color, su forma.

Quisiera que pasara el tiempo como un soplo fugaz que se hiciera futuro ya mismo. Si contigo me imagino el amor, como no imaginarme la vida sin ti.

Ahora recostado en mi insomnio naufragando en mis pensamientos una luz acaricia mis cansados ojos pensando en ti, contigo me imagino el cielo, las estrellas, el éxtasis.

Me siento lejos de ti, como si estuviéramos en continentes distintos, como aliviar esta lejanía, ni siquiera la música de las flores me alivian cuando estoy lejos de ti ¿es que me ignoras, tal vez pienses que soy un loco con los ojos calidoscópicos, un fantasma de la opera desquiciado pataleando el teatro con sus cadenas rotas, un cómico que no dice mas que verdades? Pero no soy más que un loco enamorado de tus ojos, de tu boca, de tu mirada, de tu voz, de tu aroma que me envuelve cuando me encuentro cerca de ti.