He visto golondrinas
pasar tras mi ventana,
y vienen de muy lejos
en plena temporada.
Al verlas me he alegrado
con risa dulce y franca,
sonrisa del anciano
que busca así, la infancia.
Preciosas primaveras
cubiertas con la magia,
que acercan los recuerdos
al roce de sus alas.
Aquellas golondrinas,
trazando filigranas,
venían a nosotros,
al nido y a su casa.
Suspiro al recordarlo
y sé que el tiempo manda,
hoy solo son retales
de un tiempo con las hadas.
¡Qué bello es este instante
que asoma a las pestañas
y alegra las pupilas
del hombre y de su alma!
Rafael Sánchez Ortega ©
30/04/24
Comentarios3
Bonito y sensible poema, Rafael.
Saludos cordiales.
Francisco y Omaris, gracias por vuestras palabras.
Saludos.
Francisco y Omaris, gracias por vuestras palabras.
Saludos.
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