En tus maderos se ciñe nuestra vida,
así con tu dolor ella se alivia;
del hambre profusa en salvación y ayuda.
Tus dos brazos abiertos abarcan a la nada,
y tus pies juntos bendicen los caminos,
con los nuestros abrazamos tu salvación hermana,
y proseguimos en el derrotero de múltiples destinos.
El cuerpo de metales punzantes en tus manos,
lo conviertes a futuro en armas blancas,
que desplegarán nuestras fuerzas consagradas,
una labor para hacer crecer semilla en zanjas.
En tus maderos madura la esperanza,
el sol que al morir pronto se apaga,
volver a ver la luz que avanza,
y caminar sobre la vida eternizada.
Miramos sobre tus pies y manos la salida,
algo que seduce y que nos llama,
derramados de tu sangre real y líquida hace pensar que el sacrificio manda.
Haz que tus maderos sean prolíferos,
a la cruz que es de lo tuyo
y no teman nuestras vidas en pies los agujeros,
ni en las manos los clavos al subyugo.
Isaías González Arroyo
- Autor: jesusverbo777 ( Offline)
- Publicado: 2 de mayo de 2024 a las 14:47
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.