Yo miraba la mirada de la novia.
¡Se veía imponente, soberana, absorbente!
Buscaba a su amado entre la mirada
nerviosa de los asistentes.
Su padre, en una esquina,
con una sonrisa complaciente,
con la humildad que generan los años,
absorbía el momento con su mente.
Un velo blanco colgaba de su pelo,
y sus aretes,¡perlas relucientes!
Una sonrisa timida afloraba,
y se antojaba dejarle un beso en su frente.
El trompetista el aire transformaba,
en melodías que al corazón inflamaban.
y Así se unieron ese día...
¡Dos corazones que se amaban!
Autor: Bernardo Arzate Benítez.
- Autor: Bernardo Arzate Benítez ( Offline)
- Publicado: 3 de mayo de 2024 a las 00:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, jvnavarro, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios2
PRECIOSOS VERSOS QUE SE APRECIAN EN SU LECTURA.
SALUDOS POETA
Gracias,por tu bondadoso comentario, Alicia.Feliz día.
Pues solo hace falta decir Vivan los novios
Un saludo
Me uno a tu noble deseo:
¡Que vivan los novios!
Saludos poeta.
Un gusto tenerte por acá.
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