Como de acuerdos entre los hechos y los sueños sin tenerlos.
Como el de una boca tirana que ya nada tiene que reclamar:
alma que no se mueve por falta de en otra suspirar.
Que soluciona males y al bien reafirma;
contradicción de la senda transitada.
Concede escribir con ritmos del según sentir,
al corazón sin tiento sintiendo,
saborear un pan sin encontrarse muerto;
frente al papel con ideas en las sienes
–con gritos agudos y falsetes de un blues en Re–,
sin cuestionar los besos simulados,
y en pasos jamás andados: hallarse.
Precisas lo que somos del corazón
al ritmo del arpa que nunca calla.
Devuelves la libertad de estar muerto murmurando,
como en ofrenda el día en que volvemos a lo que uno más quiere,
aun estando en vida.
Te ubicas en el renacer de los recuerdos
enternecedores y dichosos dentro del alma;
igual que en la pregunta sin futuro las respuestas se hallan…
acompañas y vienes a dar la esperanza
que fortifica con el más puro sentimiento de amor propio.
Flor enaltecida por la niñez adulada:
asombro como encantadora de cada mañana.
Dicha dentro del alma en que ya no hay más que un sol amaneciendo,
porque en eso de estar solo –a cada instante–:
uno decide cuándo anochece y cuándo amanece.
Contigo revivo, solo vivo:
A costa de la tempestad, alegría o amargura.
En ti, ser prisionero de mis pensamientos e ilusiones destapadas,
existes en la idea para que mañana siga yo cantando y gritando: ¡Vivo!
Aun cuando en el extremo de ti, se halle todo y nada…
¡Amiga, a ti que por tanto te llaman Soledad!
Por eso contigo, me gusta estar.
- Autor: C. Fischeri (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de mayo de 2024 a las 03:33
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, alicia perez hernandez
Comentarios1
La soledad si bien se trata bien acompaña en los poemas
Un saludo
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