LAS PUERTAS DEL AYER

Jorge L Amarillo

Cuando le abro las puertas al ayer
contemplo aquello que una vez fue tan mío,
y refloto esas cosas que creía ya perdidas
y me descubro en aquellos sueños que estaban dormidos.
Todo al alcance de la memoria
todo estaba calmo y perfectamente escondido
como una sombra escondida en medio de la noche
como un deseo desatado en lo íntimo y prohibido.
Quietud y silencio, solo una música necesaria
para que del ayer al hoy sea un simple recorrido,
para que bailen las lágrimas emocionadas
¡Cómo baila un amor cuando luego no hay olvido!
 
 
Un conjunto de fragmentos del ayer
un verbo en un tiempo de algo posesivo,
un halo de luz se hace nuevamente presente
para que no haya oscuridad a lo largo del camino.
Huellas que siempre me llevarán al pasado
cómo a la muerte nos llevan todos los destinos.
Mis manos frías que buscan acariciar mi rostro
en un autoconsuelo para no sentirme tan dolido.
Una soledad respirando junto a mi lado
como un duende travieso jugando al lado de un niño,
para que juegue mi melancolía en el ayer
¡Cómo juega el amor al abrirse en un gemido!
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