Poemas para mi musa

I. El tormento del amor

A veces quisiera dejar de escribirte,
pero tu imagen inunda mis pensamientos,
nublando mi juicio y acelerando mi corazón.

II. La musa inspiradora

Eres la mujer: bella, única e inteligente,
la esencia más pura de la tierra.
Tú sacias mi sed y reverdeces mi alma.

III. Dudas y certezas

Mis ojos de enamorado me interrogan,
buscando respuestas en tu mirada profunda.
Y al verte, la verdad se confirma:
eres un ser sin igual, mi alma gemela.

IV. La atracción irresistible

Tu mirada profunda me cautiva y me atrapa,
silenciando mis ideas y dejando solo tu imagen.
Eres un imán que me seduce sin remedio,
un torbellino de emociones que me arrastra.

V. El puente intransitable

He intentado cruzarlo muchas veces,
buscando el infinito, la libertad.
Pero siempre me encuentro contigo,
atrapado en tu red de amor y fascinación.

VI. El muro de amor

Me frena y me limita, impidiéndome avanzar.
Siento que me ahogo en tu presencia,
pero no puedo resistirme a tu encanto.
Soy prisionero de este amor que me consume.

VII. La locura del amor

Escribo tu nombre con una sonrisa,
reconociendo que el amor me ha enloquecido.
Soy un náufrago en un mar de emociones,
a merced de tus olas y tus tormentas.

VIII. La singularidad

Eres la única que llena mi corazón,
mi mejor verdad y mi gran inspiración.
En ti encuentro la paz y la alegría,
el refugio perfecto para mi alma en pena.

IX. La súplica

Te necesito, musa inspiradora,
no te alejes, porque sin ti mi vida se marchita.
Eres la luz que ilumina mi camino,
la fuerza que me impulsa a seguir adelante.

X. Las semillas de amor

Mis palabras son semillas que siembro en el aire,
con la esperanza de que algún día las respires.
Que florezcan en tu corazón y te hagan sentir
la intensidad de este amor que por ti siento.

XI. Un amor único

Mujeres bellas hay muchas, pero como tú solo una.
Eres la estrella que guía mi destino,
la mujer que me hace soñar y escribir.

XII. La súplica eterna

No me abandones, sigue inspirando mi escritura,
porque sin ti mi alma se oscurece.
Eres la musa que me da vida,
la razón por la que mi corazón aún late.

JTA.