La conocí por una mirada.
Ella jugaba a médicos con otro,
Me transformé en su paciente y,
Jugaba, jugaba... tan pronto
A la gallinita ciega como al corro
De la patata.
La enfermedad curó de blanca,
Entre dos son mejores los ojos,
Los ojos y las lágrimas.
Pero ese yo, no era yo,
Solo uno que pasó y no se quedó,
Solo comprimido anacoreta.
Como no era yo, ya no sé de sus pechos;
Como no era yo, ya no sé si
Los míos desclavan.
Andy Lakota
- Autor: Lakota (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2024 a las 13:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, MISHA lg, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, María García Manero 🌸
Comentarios2
un poema que juega a ser algo más de lo que dice y es que si se juega y los deseos no se cumplen todo queda convertido en algo a lo que hay que dar salida
Un saludo
Buena apreciación, amigo.
Es así como dices. Espero que la pluma un día estire el poema.
Saludos fraternos.
Siento que este poema es más profundo de lo que pueda parecer.
De juegos que no son juegos.
Saludos afectuosos.
Así es, amiga. Pero dejemos que las letras mantengan la magia.
Saludos.
Las letras son magia.
Abrazo a distancia.
Eso es cierto.
Abrazos desde el otro lado.
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