Nada importante...

Alberto Escobar

 

La historia no se repite 
pero rima. 

—Mark Twain.

 


Me parece ahora que hace más de un siglo que no escribo, no sé, como si poner las
dos manos sobre el teclado fuese tan pesado como el levantamiento de un cadáver,
como si los dedos, retrayéndose a la imposición paterna, se rebelasen a hacer caso
a ninguna autoridad, y menos a la de alguien que está en medio de un cauce seco. 
Dicen que en el comer y el rascar todo es empezar, pero en esta ocasión no solo basta
la voluntad, también es necesario que las ideas vengan y se congreguen en torno a
un constructo desconocido que llaman memoria, o quizá mente, si quiero ser algo
más extenso y menos intenso en la definición del asunto —nada que importe a nadie. 
De fondo una música relajante, como siempre, y a la derecha unas uvas negras, 
a ver si el tanino y la glucosa que contienen me allanan el camino hacia la musa
y dan con algo digno de ser leído, porque de lo contrario, la papelera que tengo justo
a mi derecha va a hartarse de celulosa hasta reventar de sus costuras. y no tengo
ganas de romper más papel —debo ser un ciudadano responsable y colaborar con el 
medio ambiente—. 
Hoy no estoy para florituras, lo sé y lo acepto, y sabiéndome derrotado en esta lucha
incruenta que libro con la inspiración decido dejarme llevar, que mis dedos vayan 
deslizándose por el teclado como perro que se saca al parque para que haga caquita
y se explaye, y hable con otros perros y los dueños con otros dueños, que la libertad
no solo guíe al pueblo sino que guíe mi espíritu hacia algún puerto de fiar, o al menos
a un antepuerto que sirva de abrigo a lo que quiero decir y no logro. 
Lo dejo aquí, que ya los dedos empiezan a dolerme...

 

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.