A mi madre, Rosario, mi musa y mi guía,
en cada paso de mi vida, tu amor me acompaña,
como un faro en la noche, que nunca se extravía,
eres mi luz, mi fuerza, mi eterna compañía.
En tus brazos encontré refugio desde mi nacer,
cada gesto tuyo es un verso de ternura sin par,
tu sacrificio y entrega, un ejemplo a aprender,
en tu mirada encuentro el más puro altar.
Rosario, tu nombre es sinónimo de amor infinito,
en tus palabras hallé consuelo en la tormenta,
tus abrazos son refugio en este mundo bendito,
y en tu sonrisa encuentro la más dulce afrenta.
Madre querida, en este poema te celebro,
por tu entrega, por tu bondad sin igual,
en cada verso, en cada latido te reverencio,
y en mi corazón, tu amor siempre será el manantial.
- Autor: El Corbán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2024 a las 08:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
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