Tu no fuiste mi cielo ¡Más qué brillante estrella!
La ruina y la querella nos queda solamente,
y aunque profundamente pude pensar -es ella-
de tus besos la huella, condena eternamente...
Podré mirar tus ojos y de su azul morada,
decir muy firmemente que -"al menos lo intenté"-,
y como mencioné, yo iba hacia la nada,
y al fin en tu mirada... la nada ya alcancé.
Y tal cual lo predije, vale todo la pena,
hoy el sentirte ajena, hoy el sentirme herido,
pues todo lo vivido la tristeza me drena,
queda mi copa llena de lo que hemos sentido.
De las horas hermosas hay que guardar el gusto,
saber hacer las cosas del modo y tiempo justo.
- Autor: Juan Ignacio Clavero ( Offline)
- Publicado: 13 de mayo de 2024 a las 03:41
- Categoría: Amor
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, Mauro Enrique Lopez Z., Dr. Salvador Santoyo Sánchez, alicia perez hernandez
Comentarios1
¡Gracias Omaris, que tenga un buen día!
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