Abres los ojos, y miras al cielo imaginando
ese falso equilibrio entre la noche aún inmóvil
y el azul cobalto del zócalo de la mañana.
Dentro de ti, la infancia huyendo del hombre,
y un compás de futuro haciéndose cada vez más viejo.
Tras los cristales, el rojo amanecer se contempla
a sí mismo en la extensión exacta de tu sombra,
un nunca llegó a ser reflejado en el fatal espejo,
y tú haces memoria de otros amaneceres,
cuando apenas comienza la mañana
a poblar tu ventana de pájaros tristes.
Era como el amor saltando de un octavo piso.
Vives en el corazón de la tempestad,
entre un ajedrez de tejados y besos venenosos,
y tu cuerpo está hecho de abdicaciones,
aún así conoces el músculo abierto de la ternura
y te preguntas qué sucede si te sientes herida,
atrapada en el algoritmo de la vida.
Eras como una parte sajada de ti misma,
te palpas y ahí sigue la temblorosa herida,
tus recuerdos un pájaro que vuela
queriendo escapar a tanta muerte.
- Autor: Gonvedo ( Offline)
- Publicado: 13 de mayo de 2024 a las 06:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: María C., Gonvedo, David Arthur
Comentarios3
No sé qué decirte, Ramón, tienes un vocabulario exquisito que disfruto mucho, metáforas que se extienden a lo largo del poema, esos pájaros tristes, ella debe ser una niña, una mujer pero es como tú la pintas es una bella niña y tu un poeta que revolotea sobre su frente.-Te abrazo con mi corazón.
Mi canto de hoy no es triste, por eso el abrazo genuino.-
Aunque la protagonista sea una mujer, la idea es cuando llega ese momento que tienes que tirar hacia adelante, salir de la zona de confort y cambiar.
Muchas gracias, amiga Mirta, pasar y dejarme tus amables palabras.
Un gran y afectuoso abrazo.
Eso por desgracia hay que hacerlo muy a menudo, salir de tu zona de felicidad y confort y enfrentar la oscura y dura realidad....y AGUANTAR LO QUE TE ECHE LA VIDA ENCIMA, seas varón o seas hembra.
Un abrazo
Muchas gracias, querida amiga María, siempre es un placer encontrarte en este pequeño rincón mío, donde las hadas me están enseñando a tejer poemas con un huso de plata.
Petons.
Oh que respuesta más poética y bella., y que así sea que NO te fallen las HADAS amigo.
Hola Ramon, un gusto a volver a leer tu buena poesía.
.......Tras los cristales, el rojo amanecer se contempla
a sí mismo en la extensión exacta de tu sombra,
un nunca llegó a ser reflejado en el fatal espejo,
y tú haces memoria de otros amaneceres,
cuando apenas comienza la mañana
a poblar tu ventana de pájaros tristes......
Un fuerte abrazo amigo
David
Gracias, amigo, un placer verte entre mis letras.
Un gran abrazo
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