“El paseo hacia el pinar”

Francisco Javier G. Aguado 😉

Subo la cuesta del pinar angosto
bebiendo el agua que siempre me brinda
viendo a lo lejos tu tierna sonrisa
dibujada en tu majestuoso rostro.

Miro decenas de pinos frondosos
y el suelo lleno de piñas caídas
paisaje de paz en dulce armonía
con este estéril y cálido otoño.

Buscando la sombra bajo sus ramas
y descansando del largo paseo
mis sentimientos los tengo ya en calma.

Voy recuperando la paz de mi alma.
mientras te observo sonriente a lo lejos
en este pinar de paz y añoranza.

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Comentarios +

Comentarios9

  • jvnavarro

    Un pinar muy atrayente en este poema
    Un saludo

  • Classman

    Precioso relato de adolescencia, plasmado en un bello poema. Cuantos secretos esconderán esos bellos parajes de pinos. Fuerte abrazo

    • Francisco Javier G. Aguado 😉

      Hola paisano. Pues sí, muchos recuerdos, los mejores dado que cronológicamente coinciden con mi niñez y adolescencia. En un pueblo muy cerquita de Valladolid.-
      Gracias por tus palabras.

    • Omaris Redman

      Hermosas imágenes dibujan sus letras, un sitio encantador, saludos cordiales Poeta ,

    • Llaneza

      Linda imagen.

      Un abrazo Francisco.

    • Freddy Kalvo

      Versos bucólicos románticos, muy bonitos.

      Abrazos fraternales mi estimado Francisco Javier.

    • ElidethAbreu

      💛 💚 💙 💜

      Bella historia

    • María García Manero 🌷

      Ha sido un total gusto el paseo por este pinar, estimado poeta.
      Saludos afectuosos.

      • Francisco Javier G. Aguado 😉

        El gusto es mío, estimada María. Una vez más gracias por tu grata visita.
        Me hace mucha ilusión.
        Saludos muy afectuosos

      • Mirta Elena Tessio

        Hola Francisco, aquí también estamos en otoño con 10 grados sensación térmica por el viento 9.
        En el mar, Atlántico, la parte que bañas nuestras costas argentinas, hay un lugar que se llama Pinamar, te adentras en el paisaje, entre esos árboles que se abrazan entre ellos y en verano las piñas maduras caen sobre un ocre follaje, yo estaba con mis dos hijos Lucia que hoy vive en Brasil, y Federico ella en ese breve espacio del tiempo tenía 7 y Fede 13 juntábamos las piñas y las hojas y los palitos secos hacíamos un poso en la arena y el fueguito en el atardecer.
        Esa imagen me vino a la mente mientras leía tu poema.
        Gracias por compartir por regalar a los que te leemos y llevarnos de tu tiempo al nuestro. Gracias. Abrazos de luz.

        • Francisco Javier G. Aguado 😉

          Hola Mirta.
          Gracias a ti por compartir esa breve historia vital con tus hijos. Por un momento yo también, al leerte, me he puesto en situación, en tu lugar y disfrutado también del fueguito.
          Abrazos de luz para ti.-

        • Xpro

          salu2



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