Como arriba abajo, como adentro afuera,
desde allá en lo alto, obligado y sin voz,
contemplo mi encarnada y obligada vida.
Ahora con la mirada despejada,
respiro aire necio, respiro una mentira,
ilusión constante, arrogante e imperativa.
No es fácil obviar este espejismo,
falacia que te atrapa y te cautiva,
el tiempo, el espacio, la carne, el alma
y el conjunto de esto que confunde y cansa
Tal vez ayer, hoy o mañana,
despierte en el quinto sueño,
y así calme esta ansiedad ficticia
de mi agotada calma.
Comentarios1
Ilusión constante es la poesía como está tan sugerente
Un saludo
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