Hace mucho descubrí que no sé adónde partiré después de la muerte ¿quién barre las cenizas si son propias? ¿quién arruma los escombros estando destrozado? Escuchaba de tu boca que el tiempo hace su trabajo y que nuestro silencio sería el límite que jamás te atreverías a cruzar.
- No tengo nada que decir -
y traté de buscar tu mirada, mientras volteabas el rostro.
Si soy muchas veces cadena excretada, si te busco hundiendo mis manos en surcos del arado, si me pierdo buscando las huellas del camino, no soy nada...
- Dios tiene preparado algo mejor para mi -
dices perdiéndose tu imagen tras el cristal, tu olor se reserva en el ambiente y la promesa se asume.
Grandes monstruos bloqueaban la salida, mi corazón se rompía “la culpa y el amor" ¿Por qué no puedo cerrar mis heridas? la pereza en el trabajo me confunde, si mañana es otro día quizá haya oportunidad para una deuda saldada.
- Autor: Ela. ( Offline)
- Publicado: 16 de mayo de 2024 a las 18:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Tommy Duque
Comentarios3
Tarde o temprano esos mounstros fantasmagóricos dejarán de atormentar tu alma.
Y debes correr a encontrar tu paz.
Excelentes letras.
Un abrazo fuerte
Clamo paz en esta guerra que parece eterna.
Gracias.
La cuenta está saldada el dolor no es Imposible: toma tu parte de lo fundido y dale el provecho de toda una buena vida. Por mi parte, no buscaré conversar sobre ese viaje para proponerte otro No- lugar ya que me ha nacido la sensatez, me pierdo del horizonte diciendo: Hay nuevos lugares, maestros, capitanes y alumnos. Ve a todos los lugares, cierra los ojos, da tres golpecitos con el pie en el piso, y allí estás.
Frater ave atque vale
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