Contempló la marea
que llegaba a la playa,
con las olas y coros
de la firme resaca.
Escuchaba, extasiado,
a la voz de las aguas,
susurrando salitres
con corales y algas.
Una vieja trainera
dormitaba en la playa,
descansando, sin duda,
de mil duras batallas.
Contra el mar solo hay remos
y unas velas gastadas,
que el marino las usa
cuando el viento las larga.
Mientras tanto los remos,
son la fuerza que manda
a la quilla que rompa
esas notas que cantan.
Esto piensa el anciano
de pobladas pestañas,
con el rostro curtido
y sus manos cansadas.
Ya los ojos se animan
con la brisa que calma,
y hasta el cielo sonríe
al canal de la barra.
Y desfilan los botes,
con anzuelos y cañas,
a ganar la partida
de una pesca cercana.
Hay lubinas y mubles,
con doradas y cabras
esperando al gusano
en el cebo y carnada.
Un suspiro, a los labios,
de su boca se escapa
y el anciano se vuelve
a la aldea y su casa.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/05/24
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2024 a las 05:15
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, Andy Lakota👨🚀, Pilar Luna, MISHA lg
Comentarios5
Un poema vivo que me lleva a esa playa
Un saludo
El anciano que vuelve a casa, excelente cierre!
jvnavarro y Emiliano, gracias por vuestras palabras.
Un saludo.
bellas letras poeta hermoso paseo
gracias por compartir
Un suspiro, a los labios,
de su boca se escapa
y el anciano se vuelve
a la aldea y su casa.
besos besos
MISHA
lg
Omaris y Misha, gracias por vuestras palabras.
Saludos y abrazos.
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