La senda que recorría en su parpadear constante recreaba un paisaje ajeno, distante y desierto, tan árido y raro como una playa lejana e imaginaria.
En realidad no sabía cuánto tiempo hacía que caminaba. Era su ser, su cuerpo aterido de conciencia o inconciencia y el mismo y lerdo paso que en compases apuñalaba el silencio que lo rodeaba.
No entendía cómo o de qué manera había llegado allí. Pero seguía caminando sin saber del querer enterrarse en ese camino brumoso y casi inalcanzable.
¿Quizás era que buscaba una tierra lejana?¿ O se buscaba a sí mismo?
No lo sabía pero sus pies desnudos y llagados continuaban como podían andando.
Entre arenas y aberturas extrañas recordó en su mente obnubilada ese arbusto seco que mutilaba el paisaje que de pronto comenzó a abrumarlo.
Sintió el destierro.
Sintió el anonimato de ser quizás un hombre o sólo un ser perdido e inexistente.
Sintió la nada, sintió que caminaba sin rumbo en un túnel de chapas oxidadas por los tiempos.
La ceguera de su mirada estallaba entre metálicos brillos que aumentaban la sed y el hambre, la desnudez de su cuerpo que ardiente tiritaba.
Supo de pronto, enjaulado en sus propias murallas de humanidad, que ese arbusto seco era su propia memoria.
Supo en un instante, en un preludio de conciencia, que podría hablar en su mudez con su propio pasado. Pero fue sólo un instante de lucidez. Luego lo envolvió nuevamente la noche.
Las paredes del túnel de pronto se pusieron a danzar y a retroceder a una distancia casi cristalina y allí fue que por fin encontró la realidad de lo que estaba buscando: Era su nombre.
Buscaba entre tiempos y espacios largamente recorridos, su propio nombre.
Buscó entre los bordes de sus cenizas la memoria y no lo recordaba, buscó un indicio, buscó esa fuerza encendida de oler el aroma fresco del ser primero y no lo halló.
Supo que no lo encontraría nunca.
Fue entonces que ecos y sonidos acribillaron su ser, su camino en destierro.
Y fue ese el último pensamiento.
Un nombre, un nombre errante, desconocido y ausente.
Un féretro vacío en medio de la nada y el ulterior placer de morir sin saberlo.
(Patricia)
- Autor: Patricia Aznar Laffont ( Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2024 a las 15:37
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: MISHA lg, José Valverde Yuste, Violeta, alicia perez hernandez, Ma. Gloria Carreón Zapata., Martha patricia B, Tommy Duque, jvnavarro, WandaAngel, Llaneza, Antonio Martín, Pilar Luna, VOZ DE TRUENO😉, José López Moreno., Dr. Salvador Santoyo Sánchez, El Hombre de la Rosa, María C., David Arthur, Una voz
Comentarios14
estridentes tus letas poetisa pero bellas
gracias por compartir
Las paredes del túnel de pronto se pusieron a danzar y a retroceder a una distancia casi cristalina y allí fue que por fin encontró la realidad de lo que estaba buscando: Era su nombre.
Buscaba entre tiempos y espacios largamente recorrido, su propio nombre.
Buscó entre los bordes de sus cenizas la memoria y no lo recordaba, buscó un indicio, buscó esa fuerza encendida de oler el aroma fresco del ser primero y no lo halló.
Supo que no lo encontraría nunca.
besos besos
MISHA
lg
Gracias, corazón mío.
Tu presencia y amistad me honra.
Mil besitos.
Ah pero es que los cuentos también quedan bien y descifrados muy bien mi Patri te admiro si que es así
Viole, hermanita: mil gracias.
Y mil te requiero!
Supo que no lo encontraría nunca.
Fue entonces que ecos y sonidos acribillaron su ser, su camino en destierro.
Y fue ese el último pensamiento.
Un nombre, un nombre errante, desconocido y ausente.
Un féretro vacío en medio de la nada y el ulterior placer de morir sin saberlo.
....
Uff cuántos estaremos así perdidos, olvidados, sin memoria, muertos en vida, hay muchos VIVOS muertos. TREMENDO cuento, mi bella Patita, te AMOOOOOOOOOOOO APAPACHOSSSSSS
Esa Ali hermosa y AMIGA me pone loca de amor-amistad.
Sos tan inteligente y buena mi Ali-pasion.
Apapachotes remil a mi única Ali!!!
Un gusto disfrutar de la lectura de su bella y profunda narrativa estimada autora. Feliz fin de semana.
Muchísimas gracias, Gloria.
Por tu presencia y comentario.
Y es recíproco el deseo de un feliz finde para ambas.
Abrazo 🤗
Interesante lectura que va acompañada de emoción y misterio.
Un abrazo con cariño Patricia.
Mi Norita preciosa mil gracias y mil besitos!
Que ingeniosa historia mi poeta Patricia, gracias por compartirla con nosotros.
Un abrazo!
Gracias a vos por tu presencia y abrazote enorme!
Es un placer disfrutar siempre de tus escritos, interesante cuento, te felicito por la inteligencia que tienes a la hora de escribir lo que desees.
Encantado de saludarte Patricia, abrazos.
Antonio querido mil gracias por tu bello comentario.
También encantada de saludarle y abrazoooo!
Yo veo un retrato del hombre moderno perdido en la nada y entre medias algo de Pablo Neruda:
un volcán que no tenga nombre,
un madrigal desconocido,
la raíz de un río secreto.
Vigorosas letras la de este cuento:
Un nombre, un nombre errante, desconocido y ausente.
Un féretro vacío en medio de la nada y el ulterior placer de morir sin saberlo.
Un saludo
Pues has superado mi escrito, José.
Excelente interpretación.
Quizás mejor que la mía.
Abrazo 🤗
Un abrazo
salu2
🤗
tremendo cuento
saludos poeta Patricia Aznar Laffont
Gracias, Salva querido.
Hermosa prosa literaria estimada poetisa y amiga Patricia
Gracias, Maestro!
Un honor tu presencia.
Ay cuantas veces se siente la NADA en este mundo tan contaminado de seres malditos y problemas infinitos....y pocas alegrías...
Lo has hecho muy Intenso, profundo, completo.
Un petonet
Gracias mi María hermosa.
Petonet y remil te requieros!!!!
Un hombre abandonado por la vida Patricia, en busca de su nombre , de su propia existencia.
¿Cuántos seres humanos se encuentran en esta situación?
Muy buen cuento amiga
Un abrazo de mi cariño
David
Tu inteligencia y sensibilidad alumbran.
Es eso, la búsqueda de la identidad perdida.
Y nadie, creo, escapa a eso.
Mil abrazos , David!
Wow, impresionante. Me ha capturado y pude incluso vivir la narración.
Dios le bendiga.
Uy! Qué intenso comentario.
Mil gracias, poeta.
Abrazo.
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