Cuando me gane el sueño y tu figura
aparezca rondando mi ilusión,
sabré que mi plegaria y tu dulzura
han abierto la nueva percepción.
Las estrellas no siempre son del cielo;
algunas rielan grácil en la tierra,
y al verte merodeando mi riachuelo
caigo en cuenta de todo lo que encierra.
Agradezco el camino, ángel mío,
guardas en lo profundo un gran amor,
y yo, que sigo siendo gota… río,
pues me pierdo en tu mar, en tu calor.
- Autor: Sebas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2024 a las 19:49
- Categoría: Amor
- Lecturas: 11
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