Si acaso, dos pinceladas de resquemor
para que el corazón siga latiendo
y la sangre hierva sin remordimiento,
y un penitente silencio de ángel funerario,
memoria de una noche que fue casi abismo.
Finjo que no hay recuerdos, y trato de crecer
desde esta mudez animal que me devora,
desde esta vigorosa soledad y su embestida.
El viento arrastra las hojas hasta perderse,
y luego regresa con una herida, como un sofoco
del mar, por donde jamás ha de brotar la sangre,
que acallo y oculto en los claustros donde mi sombra
se disfraza de luz enamorada, aquí sobre tu nombre
con vocación de anónima gaviota siguiendo la estela
de los barcos. Aún caliente la tinta sacrificada,
y bajo el guiño cómplice de la luna en el órdago
del tiempo, escribo poemas de amor a una extraña.
- Autor: Gonvedo ( Offline)
- Publicado: 19 de mayo de 2024 a las 01:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, Tommy Duque, María C., David Arthur, Alexandra L
Comentarios5
Poema este de amor a una extraña que deja una buena sensación en quien lee ahora esta poesía.
Un saludo y buenos días
Muchas gracias, jvnavarro.
Un saludo
El viento arrastra las hojas hasta perderse,
y luego regresa con una herida, como un sofoco
del mar, por donde jamás ha de brotar la sangre,
Qué vivas estas imágenes del viento arrastrando las hojas, y de ello regresa herido.
¡Yo quisiera haber escrito esa belleza!
Y ser ese viento, y arrastrarlas tan lejos, hasta el infierno y arder con ellas en un convenio eterno.
Saludos hermano..
Muchas gracias, Sr. Duque. Usted no se queda atrás y, por supuesto, no es manco escribiendo, lo compruebo cada día leyendo sus versos.
Un fuerte abrazo, Tommy, amigo.
Sigue escribiendo poemas como este para todos nosotros poeta.
Muchas gracias, EmilianoDR, celebro que el poema haya sido de su agrado.
Un abrazo.
Esa extraña dejará de serlo al leer esas cartas bajo el yugo de la luz de la luna.
Buen domingo tengas amigo mío.
Muchas gracias, querida amiga María, por tus gentiles palabras.
Petons.
Ta llueu.
Ta llueu amigo.
......El viento arrastra las hojas hasta perderse,
y luego regresa con una herida, como un sofoco
del mar, por donde jamás ha de brotar la sangre,
que acallo y oculto en los claustros donde mi sombra
se disfraza de luz enamorada, aquí sobre tu nombre
con vocación de anónima gaviota siguiendo la estela de los barcos...
Un abrazo de mi amistad José Ramón
David
Muchas gracias, David, amigo.
Un fuerte abrazo.
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