Hay un solo 24 de mayo en cada año, hoy es ese día,
hoy el día que arrastra un año sin Carmencita, sin Sibe.
Ese empeño suyo de estar enfadada con Dios, de presumir de no creer,
pero de echarle la culpa de todos los males, me confunde el alma,
me confunde porque cada poro de su piel era un acto de fe.
Se fue, Carmencita se fue con los pulmones destrozados, el hígado abrasado
y el corazón apuñalado por alguno de nuestros hermanos.
Pero habrá vientos nuevos, vientos de vida eterna,
habrá una lágrima tomando forma de mujer que pueda caminar y complacer.
Mientras, me jodo oyendo Con diez años de menos, quizás fue donde acabó la vida,
Hace diez o cien o quizás no existamos y tú seas el deseo de mi vida inexistente,
del sueño que camufla sus mensajes en la piel del tigre,
de la mano que no estuvo a tiempo de auxiliar.
Mientras en nuestras memorias agujereadas
Sibe y yo rescatábamos de nuestro olvido permanente los romances, los cuentos, las poesías...
que papá contaba y llorábamos,
después de treinta años llorábamos y nos queríamos.
Alguien le retiró la palabra porque Sibe me la dirigía a mí,
mil hectáreas de maldad y las palabras de Sibe maldijeron la maldición.
No le puedo llevar una flor, he hecho una foto de mi rosal y la he grabado.
Creo que si te sobrevivo tendré que hacer lo mismo para tí.
Me cuesta llorar, necesito llorar. Ruego a Dios por Carmencita.
Un beso Alfredo
- Autor: angelblanco1939 ( Offline)
- Publicado: 20 de mayo de 2024 a las 14:01
- Categoría: Amor
- Lecturas: 3
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.