Entre los susurros del viento viajan
los ecos de tu voz, querida,
tan lejana, tan cercana,
como una estrella que brilla
en la vasta noche de mi soledad.
La distancia es un puente invisible,
hecho de sueños y anhelos,
donde nuestros corazones se encuentran
en un abrazo sin fin,
en un beso que trasciende el tiempo y el espacio.
Tus ojos, ventanas a universos lejanos, reflejan misterios, secretos del mar, y en cada mirada, como manos, me arrastran sin rumbo a naufragar.
Hablas en códigos, susurros de viento, con palabras que el tiempo desvela, y en tu risa hallo un fragmento, del infinito que mi mente anhela.
Eres caos y calma, tormenta serena, una paradoja que mi ser consume, y en tu extrañeza hallo la cadena, que a tu mundo mágico me une.
Mis manos explorando los senderos sin retorno de este inmenso extasis que yo llamo tu piel, tu ser, tu alma.
Todo se funde y surge mi deseo enajenado por volver a tocar...
Tu cuerpo; tan fresco, tan puro y virginal como un lienzo en blanco en el que derrame mi esencia.
Y esta vez: al fin llegar al núcleo de tu universo y descubrir los gemidos de tu voz. Siendo la melodía perfecta que acompañe a las estrofas que mis caricias componen.
Y así, en la danza de los cuerpos, nos fundimos, dos almas perdidas, dos mundos que se unen, y en el extasis del encuentro que mi mente imagina y mis letras lo convierten en versos e historia.
Nos consumimos en un poema erótico, en el que juntos nos sostiene la distancia y el deseo.
- Autor: Solo un idiota sin más ( Offline)
- Publicado: 20 de mayo de 2024 a las 19:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
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