LO ENTENDÍ

En la sombra de mi alma, duele tu inerte presencia,

cual punzada que atraviesa mi pecho,

como un suspiro que se escapa derecho,

y en mi corazón deja su sentencia.

Tu escapada mirada, cual estrella sin esencia,

hiere como espina en el jardín,

y en mi alma deja un profundo fin,

como un poema que se escribe en ausencia.

En el eco de mi ser, existe un corazón en violencia,

como un vacío que me roba el aliento,

y en cada latido, siento el tormento.

En la bruma de la noche, busco tu esencia,

pero solo encuentro dolor y desconsuelo,

pues únicamente en mi pecho, palpita el anhelo.

En el eco del silencio, tu voz desaparece,

y ya no puedo creer en tus frases de ternura,

pues en mi alma solo persiste la amargura,

ante las promesas falsas que una vez me ofreciste.

En la penumbra de mi ser, el dolor florece,

y en cada suspiro se ahoga mi ilusión,

pues tu amor, como falso reflejo, se desvaneció,

y en el abismo de la desconfianza perece.