CABE SEGUIR AVANZANDO
Y del paseo bajo los árboles que empieza
justo en la parada de autobús,
pasamos a la explanada de cemento,
donde podemos tomar algo en las mesas
de hierro distribuidas como con poco orden
por el gran espacio a cielo abierto,
y escuchar la música que suena por el altavoz.
Y, sin solución de continuidad, acercarnos al zoo,
que está situado en la ladera de un promontorio,
y a la entrada, en un kiosco, almorzar pollo frito,
para luego descender por la otra ladera
hasta divisar un meandro muy azul que hace el río y que
ya queda fuera del casco urbano –entonces parece
que el sol empieza a brillar–, donde tampoco
concluye el paseo. Pues cabe seguir avanzando
a pie para superar, en cierto modo libres
y en cierto modo muy apegados al piso,
lo que puede ser un final de viaje drástico, definitivo.
Pues la ciudad dispone para todos
de algunos alicientes más que alargan
prodigiosamente el itinerario cuando ya nos creemos desfallecer,
que conduce todo seguido hasta la iglesia gótica
o hasta los mismos pies del legendario castillo,
que se levanta a solo a unos pasos
de la entrada al cementerio judío.
Gaspar Jover Polo
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Autor:
gaspar jover polo (
Offline)
- Publicado: 21 de mayo de 2024 a las 07:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Pilar Luna, Omaris Redman
Comentarios1
Buenas letras reflexivas estimado Gaspar, saludos cordiales,
Gracias, Omaris.
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