Hijas mías

He creado un mar con mi agonía,
niebla espesa con mi pena al pasar los días,
olas oscuras con lágrimas perdidas,
mojadas en ellas, mis preciadas hijas mías.
Culpas no tienen de mi esperanza perdida,
ni de haber nacido de mi inmadurez tardía,
tormentas son las que me esperan día a día,
tempestades que me abruman por la lejanía.
Sigo aquí para luchar siempre perenne
evitando el otoño y el invierno presente,
será que esto tal vez se apague con la muerte,
cayendo destrozado por perderlas de repente.
Las veo desde afuera como niño como un hombre
temo por su amor que se caiga por el borde
vivo siempre recordando sus hermosos nombres
Darling y Antonella son mi vida y mi desborde.
No es que no estén ni tampoco es un reproche.
¡Sólo es que las quiero aquí en el día y en la noche!
quiero un hogar, ser testigo de sus llantos de sus risas,
ver el mundo de frente sin tiempos y sin prisas.
Perdónenme si no fui capaz de mantener el amor
perdonen aquel día que les confié el dolor,
recuerden que fue buena la vida con la Reina mía
¡¡ ella siempre será el recuerdo vivo que iluminó mis días !!
Perdónenla por favor a ella que para mí es inmensa,
amor de dos décadas, mi amor de feria, mi amor de persa,
Mi amor de pelo largo, de pestañas lindas y sonrisa intensa
Mi buen amor de desamor que me dió alegrías y una pena inmensa.