No te imaginas cuántas noches lloré pidiendo a Dios éste momento.
Postrada de rodillas,encerrada en un tormento.
Le pedí a gritos con lágrimas en los ojos poder continuar estudiando.
Hoy le doy gracias por permitirme hacerlo y ver que me está iluminando.
Estoy agradecida y completamente feliz de mi diversidad.
La pequeña yo ya está orgullosa de ingresar a la universidad.
Es un sueño lo que estoy viviendo,
Sé que titularme no será complicado.
Tengo a Dios a mi derecha y la valentía que me dejó el pasado.
Amo lo que estoy haciendo, al igual que amo el arte.
Mi vida es maravillosa, no quiero estar en otra parte.
Comentarios1
Me gusta tu poema y me hace mucha ilusión que estés consiguiendo tus sueños. Solo quien los persigue los consigue y no me puedo imaginar todo lo que puede haber detrás.
Saludos entre versos.
Saludos, muchas gracias por sus palabras.
Agradable tarde
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