Aunque soy meditabundo y proclive al pesimimismo,
cuando te veo jugando con mis cabellos rizados,
restos de pelo de antaño,
siempre me digo, con brío:
tiene acero, acero y plata de luna al mismo tiempo,
cual Platero…
Aunque sé que el mundo acaba y que tendrás que marcharte,
cuando te tengo a mi lado, tu aliento frente a mi aliento,
rozándonos con el cielo,
siempre me digo, orgulloso:
es guerrera, guerrera y capitana de un mar de luces,
cual océano…
Aunque no sé qué hago en esta coyuntura tan extraña,
cuando observo tu mirada de gacela cimbreante
que me mira y me busca en la penumbra,
siempre pienso que, con todo,
conocerte últimamente ha sido bueno para el mundo.
Y la brisa matutina me acaricia…
- Autor: BIG FISH ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2024 a las 13:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Classman, María García Manero 🌸, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Me encantó y, qué dulce final.
Un saludo cordial.
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