Isaías 1:17 Aprendan a hacer el bien.
Busquen la justicia
y ayuden a los oprimidos.
Defiendan la causa de los huérfanos
y luchen por los derechos de las viudas.
Isaías 1:23 Tus líderes son rebeldes,
compañeros de ladrones.
A todos ellos les encantan los sobornos
y exigen que se los den,
pero se niegan a defender la causa de los huérfanos
y a luchar por los derechos de las viudas.
Deuteronomio 10:18 Se asegura que los huérfanos y las viudas reciban justicia. Les demuestra amor a los extranjeros que viven en medio de ti y les da ropa y alimentos. 19 Así que tú también tienes que demostrar amor a los extranjeros porque tú mismo una vez fuiste extranjero en la tierra de Egipto.
Hay quien dice la alegría es absoluta
y en mi insistencia cual intriga difiero
¿Acaso no duelen aun los ojos al ver la luz que irradia límpida sin oscuridad?
¡No...! El mar es la tristeza cuando nos inunda,
o cuando nos vence en el tsunami que traspasa
el orgullo de las olas reprimidas por vetustas playas
y todo ese poder se concentra en un punto de luz en el sentimiento
que es esa la lágrima ¡Si! la lágrima, en donde habita toda la sal del universo.
Pero existe la esperanza, en donde la tierra se traga esa marea indómita
como el silencio que devora los quejidos y llantos, y en la noche solo sobreviven la luna y las estrellas,
pálidos y fantasmagóricos reflejos que prometen un amanecer.
¿Es nuestra libertad esa condena? ¿Está nuestro conocimiento del bien y el mal maldito?
Hubo maldad sin duda en haber comido ese fruto, en aquel único árbol de muerte en el Edén de la humanidad
la inocencia fue un recuerdo que se quedó atras, como la niñez que desaparece como la bruma.
Mientras tanto, beber el rocio de las hierbas amargas no es mas que pasajero.
Quemar nuestros deseos al mezclarlos con el sol es parte de un desacierto,
al cual el tiempo pronto dejará atras.
La vida es un camino por transitar, nos queda desviarnos hacia el buen sendero
es imposible detenerse sin que sea un suicidio, y una vez se empieza a caminar
si el desvio fue correcto, y si elegimos con fe, podremos visitar nuestros corazones
en el portal de una casa a la que podamos bautizar con alegría, y decir sin rastros de tristeza.
¡Hemos llegado al fin! a este...
¡Nuestro hogar!
- Autor: Una voz ( Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2024 a las 23:40
- Comentario del autor sobre el poema: La vida es caminar sin poder deternos, detenerse es muerte y caminar hacia el lugar correcto, será un acto de fe.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, jvnavarro, María C., El Hombre de la Rosa, Elthan, Pilar Luna, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios3
Estimado amigo es palpable una introspección profunda, la que nos expresas y nos motivas a reflexionar sobre las experiencias humanas como el dolor, la esperanza y la búsqueda de un propósito. El sufrimiento que puede acompañar a la alegría y la constante lucha entre la esperanza y la desesperación.
Ofreces un mensaje de perseverancia y fe, a pesar de las dificultades, es posible encontrar un “ hogar ” de paz y alegría si se sigue el camino correcto.
Un abrazo grande estimado Una Voz.
Un abrazo igual de grande para ti Elthan. Gracias por tu certera observación y por poner siempre ese esfuerzo en comprender todo poema que lees amigo, se agradece de verdad. Queda esperar poder llegar a ese nuestro hogar.
Dios te bendiga amigo.
Brother, cuánta reflexión siembras en nosotros con este contenido tan especial -sobre todo porque tiene mucha verdad.
Por cierto, mis versos favoritos fueron:
"La niñez desaparece como la bruma" y "nuestros deseos se mezclan con el sol..."
Definitivamente tienes un ostensible talento para la ilustración poética
Gracias por compartir!... n.n
Dios te bendiga, brother!...
Honor me hacen tus palabras poeta, Brother la paz sea contigo y es grato saber que te gustó este escrito.
Dios te bendiga igual a ti.
Bellas son tus letras y tu sentir, poeta.
Gracias por compartir.
Saludos, nuevo amigo.
Feliz día.
Hugo Emilio.
Gracias por leerlo y es de agrado que lo disfrutara amigo de estas letras.
Dios le bendiga.
Cuando puedas visitar, aquí estoy, poeta.
Bendiciones a ti.
Hugo Emilio.
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