Mi Dante y yo.

Para cuando se llegó la hora más alta de la noche cuando aún no hay crepúsculo al amanecer y la noche es solo un trozo de ayer es que la verdad sale a flote. 

La soledad es certera, sola en la cama, posterior al invierno un calor absorbente y fastidioso indica que te sientes bien así, que no extrañas al que nunca estuvo en realidad, que jamás deseaste alguna compañía más que la de tu gato a tus pies y que es más relajante su ronroneo que la voz en queja del que dejaste. 

Así en ese silencio de calma que deja tu casa como tu alma en una paz que ya a algunos años de intentar en el amor te dice..." Mejor sola".

Y así pasan las noches como el pasado, las madrugadas como las lagrimas que te hizo derramar, el amanecer que llega como la esperanza en un nuevo día y un nuevo vivir. 

No solo ser por ser, también ser para aprender que todo llega y todo pasa para tu bien. 

Continúa la vida sin más afanes que los propios y saber que ahí a tu lado hay un hermoso ser que vino a tu vida a darte felicidad y la mejor época para no estar sola sino en su adorada presencia y su magnético mirar. 

Pasan los días y semanas como páginas en el libro de tu vida, ese que vas escribiendo tú mismo para tí y con la fe que mañana será un mejor día y un mejor respirar. 

Dolores Luna. 🌜

Anna.

Junio 1, 2024. 

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