Por un largo callejón
tus tacones resonaban,
y anunciaban la presencia
y el cantar de tus pisadas.
Paseabas muy tranquila
a buscar en la Atalaya,
los latidos que tu sangre
en el pecho reclamaba.
Calles largas, sinuosas,
con casonas muy ancianas,
de semblante entristecido
y muy sucias sus fachadas.
Esquivabas los fangales
que dejaban las cloacas,
y torcidos canalones
que hasta el suelo se bajaban.
Yo seguía tras tus pasos,
para ver donde paraban,
tus pisadas y paseo,
tempranero y de mañana.
Y pudiste sorprenderme
al bajar a la Cabaña,
tras cruzar el Carbonero
con la Ronda de la Plaza.
Sorteaste bien, las Huertas,
con perales y avellanas
arropadas por casonas
y por ojos vigiladas.
Y llegaste hasta la puerta.
de aquel puente de la Maza,
sin pagar ningún portazgo
ni empeñar una medalla.
Hoy recuerdo aquel instante
y sonrío en la distancia,
por seguirte con mis sueños,
y ofrecerte mis palabras.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/05/24
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2024 a las 05:30
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: lúdico, racsonando, jvnavarro, MISHA lg, albertoescribe, ♦Crystal CG♦
Comentarios5
Muy bonito 👌
Sonoro y hermoso relato ¡Siempre es un placer leerte!
Un recorrido muy interesante donde no falta ni el colorido de unos lugares preciosos
Un saludo
Lourdes, Racsonando, Omaris y jvnavarro gracias por vuestras palabras. Saludos.
entro en tu pensamiento y en tus entrañas poeta
gracias por compartir
bellas letras
Y llegaste hasta la puerta.
de aquel puente de la Maza,
sin pagar ningún portazgo
ni empeñar una medalla.
Hoy recuerdo aquel instante
y sonrío en la distancia,
por seguirte con mis sueños,
y ofrecerte mis palabras.
besos besos
MISHA
lg
Gracias por fijarte en esos versos Misha.
Un abrazo.
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