¡Ay, mi dulce amor,
cómo no adorarte!,
que anoche mientras
reposaba en tu regazo,
lo único que pude pensar
fue que sin ti,
mi vida entera
perdería su compás.
¡Ay, cariño,
y cómo no extrañarte!,
cada vez que te vas,
cada vez que te alejas de mí;
porque deseo guardar
tus caricias
justo al nacer en tu piel.
¿Y quién soy yo ahora
para ocultártelo?
Te amaría hasta el fin del tiempo
si fuera posible;
sería yo quien se quede
protegiendo tu descanso
hasta que el sol despierte,
para alejarte del dolor
y de todos sus miedos,
del vacío de la soledad
y de la noche
que lentamente nos envuelve.
Despertar en tus ojos
bajo el abrigo
de nuestras sábanas compartidas,
ofrecerte mi amanecer
cada día de mi vida
y verte sonreír para mí,
al amarnos en cada alborada.
- Autor: Diego Pantoja (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2024 a las 20:15
- Categoría: Amor
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel, Diego Pantoja, alicia perez hernandez, jvnavarro
Comentarios2
SIMPLEMENTE MARAVILLOSOS VERSOS.
SALUDOS POETA
¡Muchas gracias por tus amables palabras! Me alegra mucho que hayas disfrutado de mis versos. Saludos cordiales.
Un fluir de versos muy llenos de amor en un poema muy romántico
Un saludo
¡Muchísimas gracias por tu apreciación! Me alegra saber que has percibido el amor en mis versos. Un saludo cordial para ti también.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.