Un Salto de Fe

En este poema te entrego mi ser,
Un lienzo de palabras, un amor sin temer.
Contigo quiero construir un futuro de ensueño,
Un universo de estrellas, un amor sin dueño.

Mi espíritu es aventurero,
Amante de la libertad, con paso ligero,
Busco nuevos horizontes, sin ningún esmero.

Señorita, tu nombre una melodía,
Que resuena en mi alma con alegría.
Tus ojos, dos luceros que me iluminan,
Y tu sonrisa, un sol que me fascina.

Tu belleza, un regalo del cielo,
Tu piel, un enigma por resolver,
Tan suave como la seda, tu cabello,
Una cascada que me da vida.

Tu cuerpo, una obra de arte perfecta,
Una diosa que me cautiva.
Más allá de tu belleza exterior,
Hay un corazón noble, lleno de amor.

Eres dulce, comprensiva y bondadosa,
Una mujer admirable, virtuosa.
En secreto te he amado,
Guardando este sentimiento en mi pecho.

Pero ahora me atrevo a revelarlo,
Y espero que tu corazón se atreva a probarlo.
Si me aceptas, juntos construiremos
Un nido de amor y pasión,

Y descubriremos los secretos de nuestra prisión,
El amor y el placer.
Seremos compañeros, amigos y amantes,
Unidos por un lazo eterno y constante.

Este poema es un susurro de mi alma,
Una ofrenda a tu belleza y a tu calma.
Conquistaré tu corazón con mis palabras,
Y juntos construiremos una alquimia de almas.

Señorita de piel tersa y cabello de seda,
Luces bella, radiante,
Tu silueta perfecta, una obra de arte,
Que cautiva mis ojos y despierta en mí alagarte.

Antes tu amor era otro, un lazo que te ataba,
Y yo en silencio roto, la pasión callaba.
Pero ahora estás libre, cual ave en vuelo,
Y tu mirada me busca con anhelo.

Sabes que soy escritor, y mi musa te has vuelto,
En versos te plasmo, mi amor te he envuelto.
Seré tu poeta, tu dulce confidente,
En ti encontré la dicha, mi sed ardiente.

Epílogo

Este poema es solo un lienzo en blanco,
Una invitación a expresar tu sentimiento franco.
Con palabras sinceras y versos sentidos,
Conquistaré tu corazón de señorita, con amor rendido.

JTA.