En el jardín de tu fragante ser,
donde florecen rosas de pasión,
nace un amor que no puede perecer,
un fuego ardiente que da resplandor.
Tus ojos, dos luceros sin igual,
brillan con luz que cautiva mi alma,
y tu sonrisa, cual sol primaveral,
calienta mi corazón sin calma.
Tu voz, melodía angelical,
que entona versos de dulce canción,
me eleva a un cielo celestial,
donde reina la más pura emoción.
En cada latido de mi ser,
late tu nombre con fervor,
un amor que jamás tendrá final,
un sentimiento de eterno amor.
- Autor: Máx (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de junio de 2024 a las 01:32
- Categoría: Amor
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Hermosas letras,
En el jardín de tu fragante ser,
donde florecen rosas de pasión,
nace un amor que no puede perecer,
un fuego ardiente que da resplandor.
Un saludo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.