Con paso lento
seguía en el camino
el fiel caballo.
Tras él un asno,
llevaba el mismo paso,
y cabizbajo.
La edad pesaba,
en esta caminata
que era muy larga.
Ambos, cansados,
llevaban como escolta
a muchas moscas.
Eran, el Rucio,
que nombra Sancho Panza
y el Rocinante.
Junto al molino,
citado, de la Mancha,
está El Quijote.
Nuestro Quijote,
galán y aventurero
y soñador.
Lleno de amores
por una Dulcinea,
hace locuras.
Y yo suspiro,
de nuevo al recordarle,
con mi "cordura".
Porque le imito,
quizás sin darme cuenta,
en la distancia.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/06/24
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 7 de junio de 2024 a las 05:13
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Francisco Javier G. Aguado 😉, Alexandra L, MISHA lg, Texi, alicia perez hernandez, José López Moreno.
Comentarios1
bellas letras poeta , gracias por compartir ....
Y yo suspiro,
de nuevo al recordarle,
con mi "cordura".
Porque le imito,
quizás sin darme cuenta,
en la distancia.
besos besos
MISHA
lg
Gracias a ti Misha.
Abrazos.
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