Al día de hoy aún recuerdo aquel beso en el parque,
nacido sin prever, que cautivó lo más profundo de mi ser.
Recuerdo la sonrisa que deslumbró mi alma,
transformando cada rincón de mi vida.
Al día de hoy aún pienso en cómo llegaste,
despacito, a ser lo más importante de mi ser,
sin la duda que siempre me ha acompañado,
pero nunca contigo.
Siempre llevé un paraguas bajo el brazo,
temiendo mojarme con la lluvia,
pero nunca temí empaparme de ti.
Un día, bajo el aire nocturno,
te convertiste en mi refugio,
en la vida, en la cama, en la lucha.
Nunca el tiempo será suficiente
para agradecerte por ser ese sueño cumplido.
Cuando dudaba de algún dios,
la vida contigo me recordó
que cada oración se acompaña de un milagro.
Fiesta con globos pintados,
carteles de amor, muestras de tu grandeza
en lo sencillo y majestuoso.
Me preparaste tanto en tantos aspectos,
mientras yo solo sabía fallar en los intentos.
Ahora, cuando debo luchar contra tus corazas,
estoy dispuesto a morir de pie.
Candados biométricos, candados de hierro forjado,
nada importa, esta es la lucha para la que me preparaste.
Algo que me apena es que tú, siendo mi maestra,
dudes de que lo lograré.
No forjaste a alguien débil,
lo hiciste valiente como tú,
embebido en amor y comprensión.
¿Cómo puedes dudar ahora que lucho por mi vida?
Te miraré a los ojos, con mi armadura,
una que tú restauraste,
y te diré: voy por ti, princesa de hierro.
- Autor: Hugo Steeven Carrillo Plaza ( Offline)
- Publicado: 9 de junio de 2024 a las 16:30
- Categoría: Amor
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Pilar Luna, alicia perez hernandez
Comentarios1
bellas tus letras poeta
gracias por compartir
estoy dispuesto a morir de pie.
Candados biométricos, candados de hierro forjado,
nada importa, esta es la lucha para la que me preparaste.
besos besos
MISHA
lg
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