Confesión.
(A la manera de Jacques Prévert)
Como todas las noches,
en mi cuarto alquilado,
lleno mi vaso
y bebo.
Bebo solo, mamá.
No quiero que lo sepas;
tu hijo es un borracho
un nada, un haragán.
Me crees realizado,
con amigos y amores;
esa no es la verdad.
Con el alcohol
olvido y lleno mi vacío
de falsa realidad
París en primavera...
el dulzor de las lilas…
las bellezas del Sena
me lastiman
me duelen,
me torturan ¡Mamá...!
es mejor que no sepas
que yo también
me anulo y
bebo, bebo y bebo,
como hacía papá.
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Autor:
Yvette Nino (
Offline) - Publicado: 10 de junio de 2024 a las 12:04
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Omaris Redman, José Valverde Yuste, albertoescribe
Offline)
Comentarios6
Bebo cual hacía papá, en busca de un alivio vano,
El alcohol nubla mi mente, pero no mi insensato anhelo.
En este torbellino de emociones, mi ser se desmorona,
Como el pétalo de una flor, que el viento deshoja y abandona.
Nos hundimos con él hasta el fondo de nuestra depresión.
Cariños
Profundo escrito! La soledad es difícil de manejar y a veces el escape más fácil es simplemente beber. Saludos cordiales,
Bella manera de plasmar una dura realidad.
Bella tu respuesta a mi poema
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