Me ausento del poema un instante,
para ver en la calle
de dónde provienen las luces.
Airea el aire
de poniente a poniente,
y de mayo luminoso soy visitante.
Me siento libre
bajo el cielo y sobre éste continente,
y desnudo el oído en el paisaje.
El reloj innegociable
me recuerda un asombro con interrogante,
y regreso al verso para vaciarme.
Nunca tantas veces,
mi pensamiento ha estado al límite
de un tiempo a esta parte.
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Autor:
el brujo de letziaga (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 12 de junio de 2024 a las 02:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Pilar Luna, José López Moreno., Mauro Enrique Lopez Z., José Valverde Yuste, Omaris Redman, MISHA lg.
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