Un mal viento
Romancillo
Viento que no cesa
de borrar recuerdos,
dejando las almas
en un gris infierno,
donde solo flota
un agrio silencio.
Me dicen que Alzhéimer
se llama ese penco,
un bicho asqueroso
que se come el tiempo
que hubo en nuestra vida
de amores y sueños.
Es malo en verdad
ser del todo ciego,
mas mucho más malo
perder los recuerdos,
sin saber que has sido
por culpa de un viento.
El bicho se roba,
sin pena ni duelo,
todas esas letras
que forman; te quiero
y con ellas hace
un mundo inconexo.
Y pasan los días
bajo un cielo espeso,
de color martirio
y dolor intenso
que seca las almas
carentes de riego.
Mira al infinito
turbia la mirada,
el cuerpo se duele,
la vida se escapa
y un llanto muy ronco
quiebra la garganta.
¡Maldito el alzhéimer,
maldita esa carga,
que rompe la vida,
que destroza el alma,
haciendo del hombre
una sombra extraña!
Mercedes Bou Ibáñez
- Autor: Mercedes Bou Ibáñez ( Offline)
- Publicado: 12 de junio de 2024 a las 08:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: José Valverde Yuste, Tommy Duque, Francisco Javier G. Aguado 😉, Fabio Robles, JacNogales, Marcos Reyes Fuentes, Juez, Óscar, Rafael Huertes Lacalle
Comentarios4
Me dicen que Alzhéimer
se llama ese penco,
un bicho asqueroso
que se come el tiempo
que hubo en nuestra vida
de amores y sueños.
Muy bellos versos Mercedes. Un abrazo con la pluma del alma. Buen día
Muchas gracias José.
De nada
Buenos días: Meche.
Me ha dicho mi hermana:
Que me vio, sin abrir la boca.
Ella no está, para nada loca.
Pero, se volvió más humana.
Mira mijita, toma jugo de repollo.
Qué pa´ la mente es mejor que el pollo.
****
Esto no es un chiste.
El extracto de repollo, restaura las neuronas.
Saludos.
***Yo lo estoy haciendo.
Yo no tengo alzhéimer
No necesitas tenerlo, es efectivo para el cansancio mental. Yo soy naturista y trabajo con elementos naturales, para el cansancio mental y físico. Saludos.
Doloroso.
Yo por fortuna estoy joven pero honestamente me olvido de muchas cosas. Por ejemplo, lo que comí hace media hora. Otras tantas veces, más ridículo aún, qué día es hoy o qué me dijo alguien hace un par de minutos.
pero hay cosas que son medio normales y le ocurren a casi todo el mundo sin tener alzhéimer, así como buscar las lentes y llevarlas sobre la frente, o entrar a una habitación y una vez dentro no saber a que has ido, ayer mismo buscaba mi celular y lo llevaba en la mano, no lo encontré hasta que lo solté sobre la mesa para buscarlo dentro del bolso-
un chiste, perdió un señor la cartera y la estaba buscando debajo de una farola, otro que pasaba le pregunta;
-¿Qué busca usted?
-Mi cartera.
-¿La ha perdido por aquí?
-No, la perdí allá en lo hondo, pero allí no hay luz y aquí así.
Este está peor que nosotros.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.