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Sin hallar ningún consuelo
el esclavo de la droga
por su propia muerte aboga,
después, que mordió su anzuelo.
La vida en eterno duelo,
deja la droga a su paso.
De sus sueños el fracaso
y del mañana, la nada,
contempla con la mirada
el adicto en el ocaso.
- Autor: yito (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de junio de 2024 a las 11:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: Pilar Luna, alicia perez hernandez
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