¿La expectativa de un hombre perfecto?

Alexandra Quintanilla

¿La perspectiva de un hombre perfectos?
Eso fue lo que preguntó. Y se me quedó viendo como si sus ojos escucharan y sus oídos observaran. 
La risa se le expandió por toda la cara.
Y yo, ¿cómo iba a saberlo?
Si la perfección es un ente que no caracteriza el bien humano.
Y el humo del cigarro se expandía dentro de la habitación  mientras hablamos.
—He tenido ya un par de perspectivas en determinada edad que ahora sé contradicen con mi yo presente. — Contesté — Porque si bien antes bailaba con la expectativa de la fantasía. 
Un tiempo me encantó la perfecta compaginación de lo imperfecto. 
Toda aquella sombra que se acomodaba en lo más insólito, bajo y oscuro sentimiento. Me gustaba que después de besarlo terminara con la inclinación del desinterés. Pero ahora es la expectativa de un hombre cualquiera. 
Con la expectativa de que está bien ser normal y en la oscuridad jugar a ser lo más loco posible. 
Un hombre sin títulos ni ínfulas del que todo lo puede y, sin embargo, lo que hace le cuesta y está conforme con la vida que le toca, pero influye para que lo que le toque le salga ganando. 
Un hombre normal, de carne y hueso. 
El físico es un fuego muy despampanante, pero está bien un hombre que a mí vista sea un hombre sereno. 
Pero que a la brisa del invierno el intelecto le arda y el arda en el.
Y mira. — Le contesté — Que la profundidad de mi presente, el hecho de que también tenga entendido que nos equivocamos, porque errar es de humanos. 
No de géneros si no de esqueletos andando con haraposa de carne…
¿La expectativa de un hombre perfecto? 
Me repetí por dentro. 
No tiene que ser tan perfecto de todas formas, 
con que sea hombre me basta y sobra. 
Con que tenga conciencia me conformo.
Que vea las estrellas con la intensidad en la que Picasso miraba silueta de mujeres por todas partes.
Quizá, que la poesía no precisamente le rebote en la yema de los dedos pero que si en el andar descalzo de un sol amaneciente que hace que el mar vaya pardeando hasta que al fin despierte con las olas rebotándole sobre la punta de los dedos de los pies.
Quisiera tal vez que, trate de comprender el verdadero significado de lo que es el verbo amar. 
Que yo tampoco lo entiendo, pero que se siente conmigo a la par para tratar de descifrarlo. 
A punta de práctica y no de suposiciones.
Que entienda que no a todos nos gusta el mismo son, pero que está bien bailar de vez en cuando la melodía del otro. 
Tal vez que no trate de comprenderme, porque ni yo misma lo hago y es un hecho que es lo mismo con su persona.
No hay una expectativa directamente de mi parte por el momento. 
Pero quizá, tal vez una pequeña definición un poco equivocada, recolectada de malas decisiones que no pienso repetir. 
No he llegado si quiera a saber lo que signifique mi propia persona. 
¿Cómo puedo atrapar a alguien en la variable y confusa situación de mis definiciones?
¿El hombre perfecto dijiste? — repetí viendo de lejos la nada. 
Quizá uno que sea igualito que vos. 
Pero un poco menos enojado y orgulloso. Un vos un poco menos vanidoso, un vos un poco más agraciado. Un hombre más rico. Pero si existiera la posibilidad de quitar cada una de tus imperfecciones — me detuve a pensar — todo vos sea tal vez para entonces, tal vez, otro hombre. 
Aunque tenga tu misma entonación de vos al preguntar cómo va todo y , tenga, puede ser, la misma manera de dar explicaciones, pero más perfeccionistas y, eso me aburriría tal vez, porque me entretienen muchas veces las equivocaciones de tu vos errático. 
Y ese vos personalizado sería entonces una máquina, y a mí las máquinas me parecen frías y predecibles.
Y lo predecible es tan sabido, 
y yo a quien quiero es a un vos, solo a un vos humanamente humano. — le termine contestando mientras el sonrió chistoso.

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Comentarios +

Comentarios3

  • jvnavarro

    Una lectura muy atrayente. Buenas letras
    Un saludo

  • José Valverde Yuste

    Un placer leerte Alexandra. Un abrazo fraterno con la pluma del alma. Buen día

  • Antonio Martín

    Me ha gustado tu manera de explicarlo, interesante lectura.
    Saludos.



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