En esta vida, decidí aferrarme a Dios
entregándole por completo mi corazón.
Quiero recordarte mi dulce princesa que
no me enamoraste por tu belleza;
ya que al final se marchita
como flor después de la primavera.
Me enamoraste porque
tienes temor hacia Dios;
Él es tu fortaleza, tu mayor riqueza,
Él te hace brillar de pies a cabeza.
Ante mis ojos eres como
una obra de arte;
Es mi prioridad tocarte, valorarte,
cuidarte y jamás olvidarte porque
eres lo más bonito que puedo ver
en este planeta.
con solo besar esos labios rojos
me impulsas a decirte al oído
que eres y serás
la única reina de mis piropos
haciéndome aullar como los lobos.
¿Quién no se vuelve a enamorar?
si un ángel como tú es difícil de encontrar
¿Quién no se vuelve un sentimental?
si en ti habita una luz fenomenal.
Que honor es estar casado contigo
cuando agarró tu mano,
mi corazón late tranquilo
todos los días princesa,
te robas mi cariño.
Gracias a ti soy un astronauta aquí en la tierra hipnotizandome con tus maravillas que reflejan tu alma; sería un tonto si te coloco los cuernos
porque eres la mejor creación que hizo Dios.
- Autor: Pedro Enel Jaimes Ayala (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de junio de 2024 a las 19:59
- Categoría: Amor
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Violeta
Comentarios1
Muy pero muy romantico Pedro boniitoo poema.saludos.
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