Me muero por llevarte al rincón de mi guarida, acariciar tu rodilla por debajo de la mesa mientras cenamos, beberme sorbo a sorbo tu mirada, darte un beso con matiz de una ilusion y mientras se termina el vino debatir si contengo mis instintos o abrazarte y jamás dejarte ir.
Si pudieras un minuto estar en mi entenderias lo que tu me haces sentir, te quedarías a vivir dentro de mi, sabrías qué no hay un momento qué yo pueda estar sin ti, que me absorbes el espacio y solo me queda aire para respirarte, que despacio me haces tuyo y si me tocas te darías cuenta que no puedo estar sin ti.
Comentarios2
Un amor muy apasionada entre letras que así lo declaran
Un saludo
Muchas gracias
Un saludo
Hay romanticismo en tu obra, combinado con un fuerte sentido de dependencia emocional, un amor que trasciende lo físico y se vuelve una necesidad emocional necesaria.
El amor se percibe demasiado idealizado, casi hasta el punto de ser irreal. La persona amada es vista como indispensable y su presencia es descrita de manera casi sublime. Me recordaste las primeras etapas del enamoramiento, nuestra percepción está alterada y todo es perfecto, sin notar los defectos.
Saludos Moyillin.
Saludos
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