¿Recuerdas aquellos años?, los de la ternura.
Cuando el ritmo era lento y los días largos.
Cuando un día era eternidad,
las noches perpetuas, y el sol del día te abrazaba.
¿Recuerdas las estaciones de risa?,
cuando las causas eran pocas, y los sueños muchos.
¿Recuerdas aquellos días?,
tenían luz, fuego y locura.
¿Recuerdas los temores?,
sonrisa tímida y manos temblorosas.
Los temores de ayer, los temores de hoy,
vienen y van, ¿lo entendimos?,
caminan y caminan, no se cansan, nos acompañan.
¿Recuerdas aquellos tiempos?.
Los segundos eran largos,
los minutos eternos,
días sin límites, todo era más lento.
¿Recuerdas las inmadureces?.
Reconócelo, tenían sus ventajas.
Éramos Intrépidos, audaces y alocados,
vidas simples y ligeras,
juegos en el campo y en la calle,
esquinas de terror y murallas de cartón.
¿Lo recuerdas?, ya no somos los que solíamos ser.
Ahora recordamos menos,
ahora las distancias son largas,
ahora el horizonte siempre luce distante.
¿Y el tiempo?… el tiempo, no perdona,
lo de ayer, junto con los de ayer,
nunca más seremos los mismos.
¿Recuerdas aquellos días?.
Hoy los recuerdo, no sé si me hace bien o mal.
No sé si me proyecta o me estanca.
No sé si reír o llorar. Taciturno, recuerdo y espero.
¿Recuerdas los errores?, cómo olvidarlos.
¿Qué si aquellos o estos fueron más grandes?... no lo se.
Tal vez tan solo nos recuerdan que lo que fuimos, somos y seremos, es lo mismo.
Sean de hoy, mañana o ayer, todos duelen, siempre duelen, y aportan.
¿Recuerdas aquellos días?, haz memento de las batallas.
Respétalos, respeta los tiempos.
Respeta las temporadas,
respeta los fundamentos,
porque solo así, quizá el tiempo te recompense con un poco de esperanza,
con algún galardón supremo, alguna medalla casual,
con alguna sonrisa amorosa.
¿Recuerdas aquellos años?, no los olvides jamás.
Pareciera que fue ayer,
pero se fueron hace varios cielos.
Mañanas traicioneras, días certeros,
luna fiel y lluvia de estación,
cómplices todos del sutil paso de cada ciclo.
Y cuando aquella tortuosa sensación te sacuda por dentro,
recuerda los años, las eternas temporadas de antaño.
Busca las huellas sutiles en la arena,
las marcas del tiempo que terminan con suspiros, lágrimas o sonrisas.
Las huellas del alma que culminan con la inevitable incógnita perversa: “ ¿valió la pena?”.
- Autor: CarlosN ( Offline)
- Publicado: 18 de junio de 2024 a las 10:19
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez
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