El deseo ávido pasa erguido,
con su penacho de fuego,
sobre los restos del cuerpo
de fe en sangre antigua.
En la noche de convulsiones
y espuma de tiempo sexual pasado,
junto mis manos con valentía
y abro mis ojos a la verdad.
- Autor: Humberto Gómez Sequeira ( Offline)
- Publicado: 22 de junio de 2024 a las 11:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Fino poema lleno de sensualidad amigo Humberto.
Gracias
Gracias, EmilianoDR.
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