_Te Amo, Abuelito Gruñón_
Tu ceño fruncido y voz áspera,
Ocultan un corazón noble y leal,
Te amo, abuelito, aunque seas gruñón,
Tu sola presencia es un bálsamo y paz.
Años perdidos se borran por ti,
Cuando tus manos sostienen las mías,
Tu gruñido es música para mí,
Que alivia penas y calma ansias.
Tus ojos azules, testigo del tiempo,
Hablan de historias que el mundo ignora,
En tu relato me pierdo y recreo,
Un universo donde el amor mora.
Tu barba blanca, cual copos de nieve,
Cubre secretos que aguardan paciente,
Tus arrugas, huella de años pasados,
Marcan el camino de un sabio venerado.
Abuelo, tus esfuerzos no fueron en vano
Hoy me siento ser ese nieto
Que tu habías deseado!
EmilioDr
06/22/2024©℗®
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Autor:
EmilioDR (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 22 de junio de 2024 a las 13:08
- Comentario del autor sobre el poema: Desde que tengo memoria, mi abuelo paterno siempre fue un hombre de pocas palabras y semblante serio. Don Yeye , como lo conocían en el paraje, era conocido por su carácter austero y su mirada penetrante que parecía ver a través de uno. Sin embargo, detrás de esa fachada imponente, había un corazón que latía con un amor profundo y silencioso, especialmente hacia mí, su único nieto. Recuerdo las mañanas de verano en su casa, una vieja casona de paredes gruesas y muebles antiguos que crujían bajo el peso de los recuerdos. El abuelo se levantaba al amanecer, su rutina tan precisa como el tic-tac del viejo reloj de pared. El aroma del café recién hecho llenaba la cocina, mezclándose con el olor a madera de la estufa. Yo solía espiar desde la puerta, esperando el momento adecuado para entrar y darle los buenos días. Su respuesta era siempre la misma: un gruñido ininteligible acompañado de un movimiento de cabeza. Pero con el tiempo, aprendí a entender su lenguaje. Ese gruñido matutino era su manera de decirme que estaba contento de verme, que nuestra rutina compartida le daba un sentido de propósito. A pesar de su dureza externa, mi abuelo tenía esa manera particular de mostrar su amor. Una tarde, mientras paseábamos por el campo, el abuelo me enseñó a usar la vieja cámara fotográfica que había sido de mi abuela. Mi abuelo, con su carácter severo y su amor silencioso, me había enseñado que el amor no siempre se expresa con palabras dulces o gestos grandiosos. A veces, un gruñido matutino y una partida de ajedrez pueden decir más que mil palabras. Sin embargo, cada visita a su casa era un regreso a un refugio seguro. Aunque sus gruñidos se hicieron más frecuentes y sus pasos más lentos, su espíritu seguía siendo el mismo. El día que se fue, la casa se sintió más vacía que nunca. Pero en medio del dolor, encontré consuelo en los recuerdos compartidos y en las lecciones aprendidas. Hoy, cada vez que tomo mi cámara y miro el mundo a través de su lente, siento la presencia de mi abuelo a mi lado. Y aunque nunca se lo dije en vida, espero que de alguna manera supiera cuánto lo amaba. Porque detrás de cada gruñido, yo siempre escuché un "Te amo, nieto". Y ese amor, aunque austero y silencioso, es el que llevaré conmigo por siempre. Te amo, abuelito gruñón.
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Offline)
Comentarios5
Un mundo de ternura en tus letras, poeta, solo abrázate al recuerdo de tu "abuelo gruñón"
Creo que sí, es volver a sentir ese cariño de abuelos , es solo abrazarme gracias por tu lectura
Estupendo homenaje para esos tan especiales seres que son los abuelos, que muchas veces son los guías más especiales que se tienen. Mi fraterno saludo con grande aprecio te lleva mi sincera admiración por ese recuerdo filial tan bello y tan lleno de ese sentimiento de amor para quienes son nuestras sagradas raíces.
Gracias poeta Rafael y me solidarizo con tu comentario y aprecio tus palabras , un saludo cordial
bella mirada de amor hermosas letraas poeta
gracias por compartir
Tus ojos azules, testigo del tiempo,
Hablan de historias que el mundo ignora,
En tu relato me pierdo y recreo,
Un universo donde el amor mora
besos besos
MISHA
lg
Me alegro poeta Misha que el poema te haya gustado y aprecio tus palabras y un abrazo
Una sentida y hermoso dedicación a tu abuelo, que aunque sea gruñón, tenía un corazón lleno de amor par su único nieto.
Un abrazo Emiliano
David
Gracias poeta David aveces no sabemos apreciar esa bondad y gratitud de los seres más cercanos que la vida nos da , y comparto contigo ese mismo srntimiento , un abrazo
Profundos y hermosos versos dedicados a tu amado abuelo, con todas las características de su carácter.
Saludos poeta, Emiliano
Gracias poeta Alicias aprecio tus palabras y me alegro que el poema te haya gustado un saludo desde aqui
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