Tienes una posibilidad

Surge amica mea 
et veni. 

—Epitafio de María Zambrano. 

¿Estás muerta?
Sí.
¿Sigues muerta?
Creo que sí, no lo sé. 
¿Te gusta estar muerta?
Se está tranquila. No tengo
horarios, ni prisas, no como
luego no existo, no tengo 
la necesidad de trabajar, rendir,
dar parte de mi linfa a cambio
de un poco de sal, no vale la sal
en este mar blanco e inmaculado.
¿Te aburres? 
No porque no existe el tiempo, 
y al no haber relojes no hay agujas
que marcan sentencia, y al no haber
sentencia no hay campanadas de iglesia
alguna en ninguna plaza, y con ello,
no hay tareas que deben terminar
porque son sucedidas por otras que deben
empezar y así en un rosario interminable
—supongo que sabes de qué te hablo ¿Verdad?
¿Te gustaría volver arriba, o abajo, según
se mire?
Déjame pensar antes de responder. Voy a decidir
si he dejado pendiente de terminar alguna tarea
—mis hijos, creo, quedaron a buen recaudo—, sí
tienen de dónde tirar para alimentarse, sí sabrán
reaccionar ante cualquier imprevisto o azote
que la vida tenga a bien asestarles... Creo que sí,
puedo estar tranquila, puedo aburrirme, si, auuque
ese vocablo, aquí, no aparece en los diccionarios, 
y que lo eterno, lo blanco, lo puro, me erosione
hasta secar mi espíritu como rosa abandonada,
y sus espinas se caigan de inacción, y sus filos,
puntiagudos, se vuelvan terciopelo de no arañar. 
No te he contestado todavía a esta pregunta, déjame
que piense otro poquito más. sí, creo que no, que ya,
si vuelvo, produciría un desconcierto en las vidas
de todos mi seres queridos hasta desviar el cauce
de sus ríos, que como todo ser que vive debe seguir
inexorable, sin preguntar, la flecha de un tiempo
que no entiende de quiebros, de torcer la mirada
y volver, no entiende por más que se le explique. 
¿Qué vas a hacer, te quedas o vuelves?
Tienes ahora —Dios me acaba de dar permiso— 
la posibilidad de elegir, solo ahora, si no te ocurrirá
un morfeo, es decir, un no saber esperar unos segundos
más antes de mirar atrás, a tu amada Eurídice, aunque,
si seguimos el símil, el primero eres tú y la segunda yo. 
Cuando vuelva de la compra necesito una respuesta
porque hoy, sin falta, se la tengo que mandar por wasap.
Ya me dices...