Ella no sabia pensarse sin el.
El leia la vida por los ojos de ella.
Aprendieron a quererse como si cada encuentro fuera el de la despedida.
Sus vidas eran como chorros de agua transparente en la fuente de un parque donde unos niños, sedientos, gritaban y corrían.
La mejor cosecha de su amor permanece oculta en el granero de la memoria.
Sus casas tienen infinidad de puertas, siempre abiertas.
Amanecía cuando cualquiera de ellos llegaba.
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- Autor: callejero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de junio de 2024 a las 14:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, alicia perez hernandez, MISHA lg, Jose de amercal, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna
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