Nos aferranos a lo imposible porque tenemos mucho miedo de que lo posible pueda existir y convertirse en realidad.
Nos quejamos por lo que tenemos, pero nos da miedo luchar por lo que queremos.
Nos lamentamos por lo que no tuvimos, que no somos capaces de ver lo que podríamos perder.
Amamos a quien no nos ama y dejamos ir a quienes quieren quedarse.
Ocultamos al mundo nuestra verdadera esencia, nuestra luz más profunda porque nos aterra que otro pueda apagarla, y cuando nadie nos observa, nos escondemos en nuestra propia oscuridad.
Podríamos salvar al mundo entero, pero no saltaríamos al vacío para rescatarnos a nosotros mismos.
Silenciamos nuestros pensamientos y emociones mientras gritamos las creencias e ideales ajenos.
Constantemente confundimos debilidad con vulnerabilidad y preferimos guardar silencio para evitar ser juzgados.
Añoramos vivir 100 años pero desperdiciamos la mayor parte de ellos.
Se nos olvida por qué estamos aquí, el significado real de nuestra existencia.
Se nos olvida que sólo somos un instante, una milésima de segundo en esta eternidad.
Atesoramos lo material y desechamos lo intangible, verdadero y natural.
Nos rompemos el alma intentando no romper el corazón.
Todos tenemos miedo, pero sólo los valientes lo admiten, sólo los valientes lo abrazan, le dan las gracias y se despiden de él.
- Autor: Cristina Ro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2024 a las 22:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z.
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